La teología del Clientelismo


El clientelismo también se ha convertido en doctrina de fe.

En la Argentina es bien conocido el término clientelismo político.
El clientelismo en la práctica aplica cuando se ofrecen favores a cambio de votos o asistencia(participación).
A veces, ya se negocia el voto sólo con la promesa del favor. Pero al final las promesas no se cumplen.
Hay lugares en los que se dan casas a cambio de votos con una pequeña condición: "Si no ganamos te quedás sin casa vos y tu familia".
En otros lugares se cambia droga, estupefacientes, por votos. Se buscan grupos de adictos, se les ofrece una "prueba" de cocaína(por ejemplo). Se los lleva a votar con la condición de darles el gramaje restante con la condición del voto positivo.

Normalmente, el clientelismo se aprovecha de la necesidad de las personas para obtener "adeptos" ocasionales en forma de votos. Se usa el deseo del otro de obtener algo a cambio del voto, de la participación.
La voluntad del ciudadano se compra a cambio de un favor, y a la vez, el ciudadano los sigue porque les dan favores. Ese es el ciclo que mantiene el sistema clientelar.
Es un acuerdo entre partes dónde se cede la voluntad a cambio de un beneficio.

"Nosotros lo acompañamos a Pepito porque nos consiguió la pensión (por discapacidad)", dice el joven de 23 años con cuerpo de fisicoculturista que  tiene una pensión asegurada para seguir viviendo la vida sin responsabilidades laborales.


¿No cree que eso pase en su ciudad? Será cuestión de ver la flota de colectivos, vans y autos que transportarán personas en las próximas elecciones con el discreto cartel en el parabrisas que dice "Lista Fulano".

Pienso que, en cierta manera, clientelismo es un acto innato en el ser humano. La pertenencia en las organizaciones (clubes, empresas, iglesias, etc) está condicionada a los beneficios obtenidos. Si el beneficio es mayor o igual al esfuerzo entregado partenecemos.

En el ámbito de la fe, el clientelismo, se vuelve cada día más visible el clientelismo. De hecho, se sigue prometiendo cosas a cambio de favores, de profecías, de milagros.
La dedicación a Dios se condiciona a los favores obtenidos. Dios nos debe favores.
De hecho, muchos aseguran que la relación con Dios sólo implica beneficios, felicidad, prosperidad, victoria sobre victoria.

Uno podría pensar que esto es sólo una visión "pagana", hedonista, de la fe. Sin embargo, dentro de las corrientes cristianas, el clientelismo es de lo más exitoso.


Esta doctrina del clientelismo oprime a las personas de fe, a las ovejas que siguen a los pregoneros de estas medias verdades.
Creo que, por este motivo, las personas se sienten defraudadas al enfrentar dificultades en la vida.
"Los problemas familiares, los problemas de relaciones humanas no deberían ocurrirme porque soy creyente." parece ser la doctrina.
"Como cristianos vivimos de victoria en victoria", es uno de los principales postulados. Pero ¿Qué pasa cuando nos quedamos sin trabajo en medio de una enfermedad de un familiar y no podemos pagar los medicamentos? ¿Se puede seguir siendo victorioso en ese escenario?

Bueno, para esos casos hay una respuesta que lo explica todo: "Le falta fe".

Bajo esta respuesta las multitudes de necesitados están siendo cautivadas y dejándose cautivar por el clientelismo.


Para ir cerrando...y gracias por llegar hasta esta parte.

Podría seguir buscando razonamientos sobre "la teología del clientelismo" pero sería en vano.
Será más provechoso dejar la transcripción del discurso de un referente del cristianismo de antaño. Mejor conocido como Jesucristo.

"Al ver la multitud, Jesús subió al monte y se sentó. Sus discípulos se le acercaron, y él tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
«Dichosos los que tienen espíritu de pobres, porque de ellos es el reino de los cielos.
»Dichosos los que sufren, porque serán consolados.
»Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra prometida.
»Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque serán satisfechos.
»Dichosos los compasivos, porque Dios tendrá compasión de ellos.
»Dichosos los de corazón limpio, porque verán a Dios.
»Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos.
»Dichosos los perseguidos por hacer lo que es justo, porque de ellos es el reino de los cielos.
»Dichosos ustedes, cuando la gente los insulte y los maltrate, y cuando por causa mía los ataquen con toda clase de mentiras. Alégrense, estén contentos, porque van a recibir un gran premio en el cielo; pues así también persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes."

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