Todos en determinado momento de nuestras vidas hemos sentido el deseo de escapar de un lugar o situación y no poder hacerlo.
Toda una nación vivió literalmente este deseo pero verás que sucedió luego.
En medio de un suceso que marcó la historia de una nación y la historia de la humanidad
un tal Moisés dice
Por fin el faraón deja ir a los israelitas pero luego los persigue para atacarlos y volver a esclavizarlos considerando que estaban encerrados (Éxodo 13:3).
Faraón va con su ejército a atacar a una nación de esclavos; un ejército contra un pueblo en peregrinación con sus mujeres, hombres, niños, ancianos, animales y todas sus pertenencias; un ejército de entrenados soldados contra una nación completa totalmente vulnerable (o al menos así lo creían Faraón y los israelitas).
Ante esta situación los israelitas se quejan a Moisés reprochando por el hecho de sacarlos de Egipto para morir como animales en el desierto. Pero Moisés conoce y valora lo que ya hizo Dios por su pueblo y los alienta con la frase citada anteriormente "Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos".
Sin embargo, en Éxodo 14:15 se documenta que Dios le dice a Moisés que no clame a Él sino que diga al pueblo que marche y lo guía a concretar el cruce del Mar Rojo con la posterior muerte del ejército egipcio tragado por las aguas.
Lo mismo sucede con nosotros en la actualidad. Vendrán momentos en la vida en los que Dios nos librará de esclavitudes; de hecho por medio de Jesucristo nos hizo libres. Pero aún como libres enfrentaremos circunstancias en las que estemos encerrados, en las que no sepamos que hacer y en las que no tengamos lugar hacia donde huir.
En esas circunstancias puede que nuestra reacción sea de queja y reproche ante los que nos alientan de parte de Dios; ante aquellos que no han perdido su fe. Y quizás por parar a quejarnos y lamentarnos hemos sido esclavizados de nuevo en algo en nuestras vidas.
Entonces, en ese cuadro debemos recordar que somos pueblo de Dios y que Dios tiene propósitos futuros que le darán crédito a Él. En ese cuadro desolador en el que estamos cansados, incómodos, temerosos, vulnerables y con nuestra familia a cuestas sintiéndonos encerrados en el desierto es cuando Dios nos dice “Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos”.
Hoy mismo debemos creer esa palabra porque Dios tiene “planes de bienestar y no de calamidad” para nosotros, ¡Él peleará por nosotros y nosotros estaremos tranquilos!
Simplemente marchemos, no dejemos de avanzar por parar a reprochar y quejarnos contra las palabras de aliento de parte de Dios y veremos abrirse el mar ante nosotros para gloria y reconocimiento de Dios.
No nos paremos porque Dios nos considera útiles, tiene propósitos con nuestra existencia, peleará por nosotros y estaremos tranquilos.
Si te sientes sin salida quiero decirte que hay esperanza en Dios; tu vida tiene sentido para Él y sus ojos de amor siempre han estado puestos en ti.
Ya sea que te encuentres sin salida por las malas decisiones que has tomado hasta hoy o por el obrar de otras personas, ahora mismo puedes ser librado y experimentar la genuina paz.
Dios ha peleado por ti porque te ama de tal manera que envió a Jesucristo a este mundo para que puedas ser librado de la derrota y esclavitud eterna si crees en Él.
Existe un único requisito para acceder a la salvación que Dios da: tu decisión de convertirte en pueblo de Dios.
Sí así lo decides acepta a Jesucristo como tu único salvador y dueño de tu vida para experimentar su amor, su paz y ser conmovido de por vida.
Toda una nación vivió literalmente este deseo pero verás que sucedió luego.
En medio de un suceso que marcó la historia de una nación y la historia de la humanidad
un tal Moisés dice
“Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos”El suceso en el que se dice esta frase corresponde al momento previo al paso del pueblo de Israel a través del Mar Rojo en seco ( Éxodo 14:14 ).
Por fin el faraón deja ir a los israelitas pero luego los persigue para atacarlos y volver a esclavizarlos considerando que estaban encerrados (Éxodo 13:3).
Faraón va con su ejército a atacar a una nación de esclavos; un ejército contra un pueblo en peregrinación con sus mujeres, hombres, niños, ancianos, animales y todas sus pertenencias; un ejército de entrenados soldados contra una nación completa totalmente vulnerable (o al menos así lo creían Faraón y los israelitas).
Ante esta situación los israelitas se quejan a Moisés reprochando por el hecho de sacarlos de Egipto para morir como animales en el desierto. Pero Moisés conoce y valora lo que ya hizo Dios por su pueblo y los alienta con la frase citada anteriormente "Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos".
Sin embargo, en Éxodo 14:15 se documenta que Dios le dice a Moisés que no clame a Él sino que diga al pueblo que marche y lo guía a concretar el cruce del Mar Rojo con la posterior muerte del ejército egipcio tragado por las aguas.
Lo mismo sucede con nosotros en la actualidad. Vendrán momentos en la vida en los que Dios nos librará de esclavitudes; de hecho por medio de Jesucristo nos hizo libres. Pero aún como libres enfrentaremos circunstancias en las que estemos encerrados, en las que no sepamos que hacer y en las que no tengamos lugar hacia donde huir.
En esas circunstancias puede que nuestra reacción sea de queja y reproche ante los que nos alientan de parte de Dios; ante aquellos que no han perdido su fe. Y quizás por parar a quejarnos y lamentarnos hemos sido esclavizados de nuevo en algo en nuestras vidas.
Entonces, en ese cuadro debemos recordar que somos pueblo de Dios y que Dios tiene propósitos futuros que le darán crédito a Él. En ese cuadro desolador en el que estamos cansados, incómodos, temerosos, vulnerables y con nuestra familia a cuestas sintiéndonos encerrados en el desierto es cuando Dios nos dice “Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos”.
Hoy mismo debemos creer esa palabra porque Dios tiene “planes de bienestar y no de calamidad” para nosotros, ¡Él peleará por nosotros y nosotros estaremos tranquilos!
Simplemente marchemos, no dejemos de avanzar por parar a reprochar y quejarnos contra las palabras de aliento de parte de Dios y veremos abrirse el mar ante nosotros para gloria y reconocimiento de Dios.
No nos paremos porque Dios nos considera útiles, tiene propósitos con nuestra existencia, peleará por nosotros y estaremos tranquilos.
Si te sientes sin salida quiero decirte que hay esperanza en Dios; tu vida tiene sentido para Él y sus ojos de amor siempre han estado puestos en ti.
Ya sea que te encuentres sin salida por las malas decisiones que has tomado hasta hoy o por el obrar de otras personas, ahora mismo puedes ser librado y experimentar la genuina paz.
Dios ha peleado por ti porque te ama de tal manera que envió a Jesucristo a este mundo para que puedas ser librado de la derrota y esclavitud eterna si crees en Él.
Existe un único requisito para acceder a la salvación que Dios da: tu decisión de convertirte en pueblo de Dios.
Sí así lo decides acepta a Jesucristo como tu único salvador y dueño de tu vida para experimentar su amor, su paz y ser conmovido de por vida.
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