Asesina paradoja evangélica

Hace algunos años vengo viendo noticias de pastores y creyentes evangélicos que se suicidan. En particular, he seguido algunos casos de pastores porque me intriga (y me duele este fenómeno).
Casualmente hace unas horas en mi iglesia se mencionó el tema.

A continuación dejo mi opinión. Opinión que no representa a ninguna iglesia o grupo; ni siquiera representa a la iglesia a la que asisto. Es simplemente una conclusión (más hipótesis que conclusión) que puedo dar hoy a mi nivel actual de luz, comprensión y conocimiento.

Como decía, vengo siguiendo con curiosidad esta tendencia que crece cada vez más y creo que hay algunas causas comunes.
Esta tendencia crece junto a otras tendencias; no está desacoplada.

Primero, hay una tendencia cultural, que obviamente está presente en nuestro vivir como cristianos porque somos parte de la cultura(sino ¿por qué usás jeans en lugar de usar túnica?).
Esta tendencia asocia lo bueno, lo exitoso, con la "experiencia". Hoy se vende la experiencia, el sentimiento, la emoción placentera como una muestra, como un testimonio, de realización espiritual.
Habrás escuchado canciones o frases de este estilo pronunciadas acentuando las erres (e imitando la  voz del Puma Rodríguez) disparando oraciones que referencian a los sentidos.
¿Y qué pasa con el que no siente nada pero es obediente a Dios en su vida cotidiana?

La segunda tendencia está siendo fomentada por "los hombres (y mujeres) de Dios". No hace falta moverse mucho para notarlo; tienen grandes campañas en los medios sociales.
Cientos de "ungidos" y "ungidas" desde sus búnkeres en algún lugar de Estados Unidos arengan a las ovejas a cumplir sus sueños. Todo es posible si se tiene fe...sobre todo para éstas celebrities que cumplen el "sueño americano" gracias a la financiación de los demás.

Hay otros que no están en el "Sillicon Valley" o en "Las Vegas" de los evangélicos pero continúan con esa filosofía. La filosofía indica que el éxito humano es prueba de fe, y si no se dan esas pruebas "hay algo mal en el creyente". Le faltó fe, algo anda mal en su vida; no está a la altura.
¿Cuantas veces escuchaste frases relacionadas con este tema?
Éstos hermanos declaran, decretan, invocan, (¿teletransportan?) que todo aquel que no vive lo que ellos creen que debe vivir un creyente, es un paria de la iglesia; una persona que debería avergonzarse de su falta de "espiritualidad", de poder...Como si Dios nos debiera algo.

La última tendencia (por clasificarlas en tres) tiene que ver con una norma escrita en la cultura evangélica que no se publica en ningún lugar. Pero se la lee como en pancartas invisibles, se grita desde los sermones. Esta norma dice en su artículo primero:
"Todo líder debe ser perfecto porque está para dar el ejemplo. Si el líder se muestra vulnerable no cumple su función."
Esta ley obviamente se contagia a los creyentes razos; mostrarse vulnerables es casi lo mismo que apostatar de la fe.


Ellos son hermanos sensatos, son personas que dan, que bendicen. No son cristianos Jedi o Súpersayajines como los anteriores; son hermanos que aman y se dan enteros pero tienen el cuchillo de la subcultura en la garganta amenazándolos para que no se muestren vulnerables.

Algunos de ellos o ellas, cuando uno se acerca para preguntarles como están, para amarlos, para ofrecerles la oportunidad de ser sin ser juzgados: terminan aconsejando. Lamentablemente, están tan acostumbrados a aconsejar a otros que automáticamente dan consejos extra. ¿Quizás aconsejan hasta cuando sueñan?
No se permiten ser expuestos. Ellos jamás pueden mostrar dudas, ni preguntarse en voz alta, sobre la fe.
Uno podría pensar que, no se abren porque uno no es un co-ministro de ellos, y prefieren confiar en alguien que los entienda mejor; pero no. Muchos de ellos tienen comunión hablando de las falencias del "creyente oveja".
A esta altura ya podrás identificar a algunos ejemplos. ¿Cuál de estos soy yo? ¿Cuál de estos sos vos?

Ahora mi hipótesis; creo que se llega a estas terribles decisiones de suicidio porque la vida real no coincide con estos discursos prefabricados.
Algunos dicen que el estrés es una diferencia: es la resta entre lo que se aspira ser/hacer y lo que se es/hace en verdad. Es la distancia entre la vida ideal y la vida que tengo.
¡Cuanto estrés hay en el pueblo cristiano por estas ideas falsas!

Cuando la "verdad absoluta" que creo no me da respuestas pragmáticas para las dificultades cotidianas, caemos en la crisis.
Cuando la realidad no coincide con lo que creo, la vida deja de tener sentido.

Con estas frases hechas, con esos rezos y rituales evangélicos, nos acostumbramos a una vida sin profundidad con Dios y su Palabra.
Repetimos los tres versículos fuera de contexto de siempre, damos tres vueltas y salimos al mundo que espera ansioso demandarnos razones de nuestra esperanza.
¡La Palabra te proteje más en tu mente, corazón y acciones que abajo de la almohada o en la calco del auto!
Si la Palabra de Dios, la Biblia es comparada con el alimento del creyente; ¡nos perdemos tantos nutrientes cuando nos dan la comida ya digerida de por vida! Inclusive no podemos distinguir qué comida estamos comiendo.
Somos como los loritos bebés que alimentaban nuestra abuelas.

Pero cuando estamos cara a cara con ese Dios de la Palabra, las cosas cambian. La vida misma es explicada, interpretada y resignificada a través del Espiritu Santo.
Frente a ese Dios real y personal ya no queda nada que esconder ni de qué jactarse.
Frente a Él descubrimos que no nos debe nada, que hace y puede hacer lo que quiere y no lo que yo deseo ...y que aún así somos conmovidos por su gracia.

¿Quizás amar a Dios con la mente implique también pensar? ¿No?
Te desafío a pensar aunque duela, aunque eso te haga salir de las respuestas automáticas sin sustento real.

Te pregunto, me pregunto,
¿Esteban era un mal creyente porque no cumplía con el modelo humano de éxito?
Los hermanos del oriente que saben que el "único beneficio" que tienen al aceptar a Jesucristo como Señor y Salvador es la tortura seguida de muerte ¿Son personas de poca fe?¿Son personas sin "autoridad espiritual" porque prefirieron la eternidad al éxito humano?
¿Jesús es un mal ejemplo porque la tensión mental/emocional que tuvo lo hizo "somatizar" hasta llorar sangre?

¿Soy pesimista con estos planteos? No sé...yo prefiero decir que soy "un optimista con experiencia".

Siento que esta tendencia nos torna a llevar una "vida de Instagram" con muchos filtros para mostrar una realidad mejorada.
Siento que nos estamos perdiendo la oportunidad de crecer en amor, de perdonarnos y pedir perdón.
Siento que le estamos dando lugar al Diablo.
Siento que estamos desoyendo al Espíritu Santo cuando nos muestra los "recursos humanos", en tanto iglesia, que nos da para ayudarnos a crecer.
..." todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí".
Siento temor a que nos dejemos llevar por las tendencias.
Siento que aún muchos líderes y pastores piensan que no pueden permitirse ser iguales a los demás, que son exclusivos: y sufren las consecuencias en su mente, cuerpo y espíritu (además de marcar una forma de vivir a quienes influencian).
Siento que esta postura los pone en muchísimo riesgo porque, al momento en que la vida los confronte con el hecho de ser iguales, pueden llegar a sentir que han perdido el sentido de vivir porque estarán afrontando, viviendo y emprendiendo vidas que no respetan para su grado de exclusividad.
Siento que sólo "las ovejas" deben ser vulnerables y que la aparente apertura personal, la comunión entre seres humanos que Dios ama, es fingida y condicionada a lo que "la oveja" ofrece a la organización religiosa.
Siento dolor por mis hermanos, por mí mismo, al ver que las cárceles del individualismo nos van encerrando hasta empujarnos a la muerte.
Siento impotencia por no saber como acercarme a muchos de mis hermanos líderes y pastores para que sepan que los honro, que oro por ellos y los amo aunque sean vulnerables: siento que muchos están solos.
Siento que habitarán "la soledad del ministerio" (y enseñarán a habitarla) mientras sigan mirando al prójimo como inferior, como el que sacrificó menos, como el que no se entrega del todo a Dios.
Siento que éstas cosas están causando la muerte de miembros del cuerpo...y cada vez duele más mirarnos a los ojos y ver el dolor, la depresión y la desesperanza escondida en la máscara del gozo.
Siento temor de temor de que vivamos en una especie de enajenación mental y emocional que nos lleve al punto tal de negar lo que Dios dice al no permitirnos ser los seres humanos falibles, vulnerables e interdependientes que él espera que seamos.

Pero, después de todo, es una hipótesis.

Por último, para terminar con algo incómodo (porque pensar es incómodo) dejo un párrafo de la introducción a uno de los materiales de la serie Esperanza para la Salud Mental:
"Es hora de romper el silencio y frenar el estigma. Es hora de reconocer los hechos y abrazar a los millones de personas que sufren enfermedades mentales cada día. Es hora de tirar abajo las barreras que evitan que las iglesias discutan este tema relevante y ataquen el asunto de frente, sin vergüenza, negación o culpa. Es hora de educarse. Es hora de ofrecer esperanza."

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